Pensemos por un momento en el ciclo hidrológico. El sistema original de tratamiento aguas residuales del planeta entero y que aún sigue funcionando. Un conjunto maravilloso de técnicas de purificación que tiene la naturaleza antes de devolvérnosla limpia y lista para el consumo, reciclándola continuamente.

Comencemos con la etapa de evaporación, no asociada a la ebullición sino a la difusión, que en realidad sucede a cualquier temperatura. Obviamente ese líquido, ya sea de mares, ríos, lagunas, depósitos abiertos u otros, se eleva como pequeñas gotas de vapor de agua. Así deja atrás los sólidos contenidos en él, siendo este un primer paso de saneamiento.

Aunque además se sublima. Esto es, el hielo se derrite, pero buena parte del mismo se transfiere directo a la atmosfera en estado gaseoso. Por esta razón, en casi cada lugar del mundo se puede conseguir valores altos de humedad en la atmósfera.

De toda esa agua atmosférica que nos rodea, la que mayormente notamos es la nubosidad. Al elevarse el vapor pasa de la temperatura ambiente en la superficie, hasta niveles muy fríos. Muchas de las nubes que vemos son partículas de escarcha y nieve en la troposfera.

La carga de estos hidrometeoros es tan alta que interactúan unas con otras y con la tierra a través de los rayos. En ese momento ocurren dos pasos de purificación. El primero consiste en un cambio violento de temperatura cuando el aire se calienta por la descarga eléctrica, ocurriendo la condensación y el segundo es la ozonificación.

Luego el fluido se precipita desde las alturas, arrastrando cualquier partícula flotante al suelo, donde se deposita. Asegurando caudales de agua pura para cubrir todas nuestras necesidades. ¿Cierto?, lamentablemente, el uso sin control, la tala indiscriminada de los bosques y la sobrepoblación, entre otros factores, nos han llevado a un punto en que la demanda supera con creces a la oferta.

Es por esto, que las empresas que utilizando tecnología de vanguardia tratan los fluidos residuales para su reutilización han venido a ser un bien muy valioso y cada vez más necesario en la sociedad actual. Sin embargo, deberíamos ser más conscientes y no malgastar el preciado líquido.